¿Cómo manejar los Residuos peligrosos biológico-infecciosos?

Los laboratorios clínicos son lugares donde se generan una gran cantidad de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI). Estos desechos, también conocidos como «residuos infecciosos», son una preocupación importante en la industria de la salud debido a su capacidad para transmitir enfermedades si no se manejan adecuadamente. En este artículo, explicaremos cómo manejar de manera segura los RPBI, desde su generación en los laboratorios clínicos hasta su disposición final, todo ello con el objetivo de garantizar la seguridad de los trabajadores de la salud y el medio ambiente.

Generación de RPBI en Laboratorios Clínicos

Los laboratorios clínicos generan RPBI en diversas actividades, como análisis de sangre, pruebas microbiológicas y manipulación de material biológico. Es esencial que se implementen medidas de prevención y control para minimizar la producción de estos residuos. Esto incluye el uso de contenedores adecuados, la capacitación del personal en la segregación de desechos y la reducción de la generación de RPBI cuando sea posible.

Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos

Clasificación y etiquetado:

Los desechos de RPBI abarcan una variedad de elementos, incluyendo sangre y sus componentes, cepas y cultivos de agentes biológico-infecciosos, objetos punzocortantes y más. La clave para un manejo seguro es la correcta clasificación y etiquetado de estos residuos. Según datos de la NOM-087-ECOL-SSA1-2002 cada tipo de RPBI debe ser claramente identificado para evitar confusiones y minimizar riesgos.

Contenedores adecuados y su almacenaje seguro:

Es esencial utilizar contenedores específicos para RPBI. Estos recipientes deben ser resistentes, a prueba de fugas y tener una capacidad adecuada para los residuos generados. Además, deben llevar etiquetas con la información de identificación y advertencia correspondiente. Existen diferentes tipos de contenedor, estos se clasifican dependiendo su uso, ya que puede ser desde una bolsa amarilla, hasta un contenedor de punzocortantes, un bote RPBI sólido o una bolsa para cadáver.

Todos los desechos deben almacenarse temporalmente en contenedores específicos, conocidos como botes o contenedores RPBI, en áreas designadas y seguras que cumplan con las regulaciones locales y nacionales. Estos contenedores deben ser resistentes a perforaciones, fugas además de estar claramente etiquetados.

Los Botes RPBI deben mantenerse cerrados cuando no estén en uso y almacenarse en áreas designadas para evitar el acceso no autorizado.

Estas áreas deben estar bien ventiladas y alejadas de zonas de tránsito; evitando el almacenamiento prolongado y asegurándonos de que los contenedores estén cerrados herméticamente.

Recolección y eliminación adecuada:

La recolección de RPBI debe ser realizada por empresas autorizadas y certificadas como Recolectores RPBI. Estas empresas cuentan con equipos y personal capacitado para prevenir accidentes y exposiciones no deseadas. Durante la recolección, se deben seguir estrictas normas de seguridad, incluye el uso de equipo de protección personal (EPP) como guantes, batas y gafas de seguridad y los residuos deben ser trasladados a instalaciones de tratamiento y disposición final adecuadas.  

La disposición final de los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos debe realizarse siguiendo las regulaciones locales y nacionales. En la mayoría de los casos, esto implica la contratación de un servicio de eliminación de residuos médicos autorizado. Nunca mezcles RPBI con otros tipos de desechos ni los arrojes en la basura común, es por eso que existen contenedores especiales para todos los desechos como lo son las estaciones o contenedores de reciclaje. Los Residuos Peligrosos Biológicos-Infecciosos, como lo son las bolsas amarilla, roja y negra, botes ecológicos, incinerables, rígidos, desechables, entre otros.

Disposición Final Responsable en Bolsas Rojas

La disposición final de los RPBI se lleva a cabo en instalaciones especializadas que cumplen con los estándares ambientales y de salud. Los RPBI se colocan en Bolsas Rojas, que son resistentes y están diseñadas para contener posibles fugas. Estas bolsas se incineran a altas temperaturas o se someten a procesos de desinfección que garantizan la eliminación segura de los patógenos.

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